Acercarse hasta a Esteiro tiene sorpresa. Abrigado a la vuelta del puerto descubrimos el Muelle39, un local elegante y bien provisto con todo el que puedas necesitar después de un largo día de playa: cómodos asientos sobre palés, terraza bien armada, amplia y sombreada, y un interior en el que se mezcla el industrial con un toque retro entrañable en el que no faltan los envases de cristales antiguos o la balanza de toda la vida.

Bien sea para disfrutar de una cerveza o de una copa, Muelle 39 acompaña la propuesta con una solvente carta con alguna propuesta interesante para tomar un bocado y recuperar las energías o realizar una comida o cena completa gracias a sus pastas y arroces. Yo me decanté por todo un clásico, una sabrosa hamburguesa acompañada de patatas, lechuga y queso del país y arriesgamos un poco más con la tempura de gambas, pero el resultado fue muy bueno. Aunque el más espectacular fue el refrescante daiquiri de mango y helado. Ideal para terminar la jornada mientras cae el sol en el pantalán.