La Asociación de Escritores y Periodistas del Vino (AEPEV) sienta las bases para prestigiar la comunicación que hacen los blogueros del vino, cada vez con mayor peso entre consumidores y bodegueros

La Asociación de Escritores y Periodistas del Vino (AEPEV), que agrupa actualmente a cerca de un centenar de profesionales que escriben sobre vino tanto publicaciones como en medios de comunicación, ha dado el paso para la creación del que está llamado a ser uno de sus proyectos estrellas de este 2015: la constitución de la Comunidad Digital del Vino. Una comunidad que nace con el ambicioso objetivo de poder realizar un exhaustivo listado de “comunicadores digitales” que se integrarían dentro de la AEPEV, presidida por la enóloga María Isabel Mijares. Las bases se asentaron durante la celebración de la II Cumbre Internacional del Vino, celebrada en Toledo a mediados del mes de marzo, durante la que se celebraron, además, numerosas actividades vinculadas con la cultura del vino y su comunicación. Y es que esta asociación constituida en 1985 ha asumido que el fenómeno bloguero no es pasajero. Según recoge un reciente estudio del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), los blogueros suponen ya la cuarta parte de los prescriptores sobre el vino. Una figura que, con mayor o menos profesionalidad, ha venido a democratizar un mundo como el del vino, que muchos consideran excesivamente endogámico, aburrido y alejado del mundo joven y de las nuevas tecnologías.

El secretario de la AEPEV y uno de los impulsores de las jornadas celebradas durante la cumbre para abordar el fenómeno bloguero y la comunicación digital, José Luis Martínez, explica que con la creación de la Comunidad Digital del Vino, la AEPEV pretende crear una “división” dentro de la asociación, sensible a estas nuevas corrientes, desde la que se impulse la creación de unas normas que permitan ‘autorregular’ la comunicación del vino en favor de un consumidor mejor informado. Con esta iniciativa se quiere así abrir las puertas de la asociación a todos aquellos comunicadores que de forma honesta quieran llevar a cabo información y crítica de vinos con el marchamo de calidad que ofrece estar dentro de la AEPEV.

Opinión libre, pero no todo vale

Pero además de la autorregulación del ejercicio de esta actividad, el objetivo de esta comunidad va más allá puesto que persigue prestigiar la figura del bloguero, de aquel que quiera autoimponerse el cumplimiento de un código deontológico en aras de ofrecer una comunicación honesta, de calidad y de prestigio que redunde en una mejor y mayor cultura del vino. “Todo el mundo puede dar su opinión, faltaría más, pero no todo puede valer y aquel que quiera hacer una divulgación de calidad de la cultura del vino, que falta nos hace, puede autoimponerse el cumplimiento de un código deontológico”, explica Martinez, uno de los impulsores de este proyecto.

La Cumbre sirvió, pues, para poner los pilares de la comunidad, pero queda aún mucho trabajo por delante, como comenta Martínez, y en estos siguientes pasos tendrá gran importancia la nueva web de la AEPEV, donde los interesados podrán inscribirse en el listado de comunicadores digitales y participar en actividades propias y de la asociación, una vez que se haya acreditado la calidad de los contenidos de su blog y la observancia de los códigos deontológicos en los que ya trabaja la asociación.

“Queremos establecer los mecanismos necesarios para que todos aquellos que estén interesados en sumarse a esta iniciativa puedan hacerlo, creando un exhaustivo listado de comunicadores digitales a los que la asociación también podrá ofrecerles mejores servicios profesionales adaptados a sus necesidades”, explicó el tesorero y sumiller. La puesta de largo de la iniciativa contó con el apoyo de numerosos profesionales y comunicadores del vino, así como del reconocido restaurador Pitu Roca y la consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, que representa el apoyo institucional de la Junta castellano-manchega.

Durante la celebración de la II Cumbre Internacional también se celebró unas jornadas sobre la figura del bloguero, que se abrió a que fueran ellos mismos los que contaran su experiencia de primera mano para acercar su punto de vista a los comunicadores más tradicionales, canalizando así una actividad que, en muchos casos, se ha convertido en medio de vida de muchas personas y que, hasta ahora, quedaba fuera de toda regularización más allá de la del propio autor. “Falta le hace al vino que hablemos cada vez más de él porque el consumo interno sigue bajando y apenas roza los 16 litros por habitante y año”, reflexiona Martínez, “y estoy convencido de que los blogueros pueden aportar mucha frescura en un mundo en el que hemos caído demasiado en el ritual y no en lo importante: que es una bebida mileria que forma parte de nuestra cultura y que, además, es social, porque el vino se disfruta en compañía”.